tendencias de la vida digital y reflexiones personales de Jaime Estévez
Con voz severa, aprovechando la aspereza de la fonética turca como ariete con el que doblegar los recelos de los asistentes, el primer ministro turco, Tayyip Erdogan ha pronunciado las primeras palabras de su visita oficial a España durante el desayuno de trabajo organizado esta mañana por Europa Press.
Ha agradecido a España y, en particular, al presidente Zapatero, el apoyo prestado a su idea de la Alianza de las Civilizaciones como instrumento más adecuado para propiciar el encuentro entre occidente y los 1.500 millones de musulmanes que pueblan la tierra.
A Francia y Alemania les ha reprochado que no apoyen a Turquía en su legítima aspiración de ingresar en la Unión Europea a la que podrían aportar "una población joven, dinámica y trabajadora, así como un clima favorable para la inversión".
Con Sarkozy se ha ensañado muy especialmente: "no está bien que se dedique a decir cosas negativas de Turquía a la prensa en vez de hablarlas de hombre a hombre". En mayo vamos a reunirnos Merkel, Sarkozy y yo para superar de una vez todos esos prejuicios y malentendidos en torno a nuestro país.
Preguntado por las recientes operaciones bélicas contra intereses kurdos en el norte de Irak ha respondido con vehemencia: "Nadie mejor que España puede entender el grave problema que representa el terrorismo y la firmeza que se necesita para hacerle frente.
Nuestro parlamento nos dio el pasado mes de octubre su autorización para erradicar los refugios terroristas del PKK en el norte de Irak mediante todas las operaciones que sean necesarias en el plazo de un año. Y si es necesario, pediremos una prórroga de dicho plazo para garantizar la seguridad de nuestros ciudadanos".
Respecto a la cuestión de una eventual autonomía para el Kurdistán se mostró aún más categórico: " en nuestro país no hay etnias vinculadas a ciertos territorios sino una mezcla racial generalizada que enriquece nuestra gran nación. No es planteable por tanto la cuestión autonómica ni ahora ni en un futuro previsible".
Además, se refirió a la vuelta del velo a los espacios públicos de la sociedad turca, casi cien años después de que el proceso de secularación de Kemal Ataturk los restringiese al ámbito privado: "Superaremos la prohibición que nuestro Tribunal Constitucional ha impuesto incomprensiblemente al uso del velo. No es admitible que las jóvenes en Europa y en los Estados Unidos puedan vestirse según sus propias preferencias religiosas y en nuestra nación sea un problema. Estamos buscando un consenso con las demás fuerzas políticas para normalizar esta cuestión a la mayor brevedad posible. Es una cuestión de libertades".
Por último, dejó caer una velada advertencia a los periodistas presentes: "Es necesario que la prensa colabore en la superación de los prejuicios y malentendidos en torno a Turquía. El gobierno de Turquía lo forma un partido democrático y musulmán. Musulmán, que no islamista, ya que mientras que nuestro partido puede cometer errores, el Islam nunca los comete".